Brote de salmonelosis por consumo de leche infantil
Durante el año 2010 y 2011 en España se produjo un brote de salmonelosis por consumo de leche infantil. Esta leche infantil contaminada provocó gastroenteritis en 284 niños lactantes. El 77 % de los casos (222 niños) tenían menos de 6 meses.
El agente contaminante fue Salmonella poona. Esto ocurrió en los años 2010 y 2011. Se da la casualidad de que la misma fábrica que preparó esta leche en polvo para lactantes, provoca otro brote de intoxicación alimentaria en lactantes, esta vez en Francia, en los años 2018 y 2019.
¿Cómo es posible que la misma fábrica provoque dos brotes de intoxicación alimentaria, con 8 años de diferencia, por el mismo microorganismo patógeno?
Intervinieron diferentes factores, falta de notificación del brote, lenta comunicación de la alerta sanitaria y la presencia de biofilms en la fábrica, la cual cosa dificulta la detección de la Salmonela.
¿Cuándo se emite la alerta de brote de intoxicación alimentaria?
El primer aviso lo dio el 13 de diciembre de 2010, el Laboratorio Nacional de Referencia de Salmonella y Shigella (LNRSS) del Centro Nacional de Microbiología (CNM). El CNM informó al Centro Nacional de Epidemiología (CNE) de un aumento de casos de Salmonella serotipo Poona, que afectaba a niños menores de un año, durante el año 2010, (33 casos desde enero hasta el 14 de diciembre de 2010 comparado con cinco en 2009 y siete en 2008).
La primera información, el aviso del CNM, se dio el 13 de diciembre de 2010 pero la leche no se retiró del mercado hasta el 4 de febrero de 2011. La autoridad sanitaria, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) alertó a la población mediante una nota de prensa el 1 de marzo de 2011, en el momento en que un nuevo lactante ingresa en un hospital después de consumir la misma marca de leche.
Vemos que los avisos a la población y la retirada del producto contaminado de los canales de venta, de las farmacias se demoró muchas semanas, incluso meses.
En el año 2019, en un brote similar, Francia solo necesitó 3 días y 4 casos para publicar la alerta. En España se necesitó un año para detectar el brote y hasta 2 semanas después de conocer el estudio epidemiológico con más de 200 bebés afectados para declarar la alerta.
¿Qué fue lo que falló para que desde el 1 de enero de 2010 hasta el 12 de julio de 2011 se contagiaran con Salmonela 289 niños menores de un año, en España, y de ellos, 222 tenían menos de 6 meses?
¿Cómo actuaron los sistemas de detección, el sistema sanitario y otros organismos, para que ante este incremento de casos no se diera una alerta?
La Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica
La Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) está formada, entre otros, por los servicios de vigilancia epidemiológica de las comunidades autónomas. El RENAVE recoge y analiza información sobre las enfermedades de declaración obligatoria, como la Salmonela.
En España, los médicos de la asistencia sanitaria, tanto en la atención primaria, como en la hospitalaria, declaran pocos casos de sospecha de brote de intoxicación alimentaria a los Servicios de Vigilancia Epidemiológica. En el artículo “Intoxicación por Escherichia coli O157:H7 en un comedor escolar” se muestran las consecuencias negativas de este bajo nivel de notificaciones. El bajo número de notificaciones hace difícil la vigilancia de la salud pública y el control de brotes, pues cuando se da la alerta, ya es demasiado tarde.
Hay que recordar que, en este brote de intoxicación alimentaria, requirieron ingreso hospitalario 58 bebés de menos de 6 meses de edad. Aún con esta cifra tan elevada, no hubo ninguna notificación de sospecha de brote.
Así, cuando el Centro Nacional de Microbiología avisa del incremento de casos de salmonelosis por Salmonela poona en lactantes, ya es demasiado tarde. No obstante, se hizo un buen estudio prospectivo con la colaboración de las comunidades autónomas. Se pidió a las comunidades autónomas que enviaran las cepas de Salmonella aisladas desde el 2010 en menores de 1 año para su caracterización completa, y también la encuesta epidemiológica de cada caso.
Merecen una felicitación los servicios de vigilancia epidemiológica del Centro Nacional de Epidemiología y los servicios de las comunidades autónomas, ya que, con un trabajo exquisito de prospección de los casos de salmonelosis en niños menores de un año, entre el 2010 y el 2011, consiguieron conocer el alcance y la realidad del brote, que se plasmó en el estudio y finalización del brote.
Como resultado del estudio se conoció la magnitud del brote de niños afectados por Salmonella serotipo Poona, pulsotipo 1. El estudio finalizó el 12 de julio de 2011. Se identificaron un total de 289 casos de Salmonella Poona, de los que 285 son fueron confirmados con pulsotipo 1, y cuatro son casos probables (pulsotipo sin determinar). El 83 % de los casos, (240/289), correspondieron a menores de 1 año de edad y de éstos, 222 tenían entre 0 y 6 meses. Las muestras de los casos procedían de las 17 comunidades autónomas.
¿Qué les pasaba a los niños que tomaban esta leche infantil?
Se iban produciendo casos de gastroenteritis, con vómitos, diarreas. Diarreas acompañadas con sangre en el 77 % de los casos y fiebre en el 72 % de los casos. Estamos hablando de bebés de pocos meses de vida. Un total de 58 niños, el 25 % de los casos, requirieron ingreso hospitalario.
Una madre escribía el 3 de marzo de 2011 en su blog personal:
“Mi peque ha estado muy bien y portándose como cualquier bebe, comiendo y durmiendo mucho hasta que empezó con problemas con las tripillas. En ese momento todo se achacó al famoso cólico del lactante, pero la pobre podía estar 24 horas seguidas llorando y rabiando. En la farmacia donde compro la leche habitualmente, me dicen que se ha retirado un lote de la marca que toma mi niña, pero que no saben por qué y me dan el número, 2360. Bueno, es del que ha estado tomando ella. Llamo al laboratorio, bastante preocupada, y me dicen que se retira por una pérdida de estanqueidad y que sólo implica la pérdida de vitaminas. Yo me quedo tranquila con la explicación.
Sin embargo, la niña sigue empeorando. Este fin de semana apenas durmió 2 horas, todo el día retorciéndose, llorando. Y el martes, viendo el telediario de Antena 3, sale una noticia que dice que se ha retirado por que tiene salmonelosis”.
Los padres de un bebé de mes y medio de edad también afectado, explicaban el 4 de marzo, en una entrevista a El Mundo, que habían ingresado en Urgencias del Hospital La Fe de Valencia con vómitos y diarrea.
“Le hemos alimentado desde que nació con la leche infantil de la marca que está contaminada, comenzó con los problemas al quinto día de vida y desde entonces hemos acudido a urgencias pediátricas hasta en cinco ocasiones.
La primera de ellas le diagnosticaron un cólico del lactante y en la segunda ocasión, un cuadro vírico, por lo que se le dio leche de soja que no toleró. La última prueba de heces se la realizaron en el Hospital La Fe el pasado sábado.
El martes, 1 de marzo de 2011, citaron a los padres en el hospital para confirmarles que su hijo estaba afectado por la bacteria de la salmonela.
Durante un año se fueron produciendo episodios de salmonelosis, con ingresos hospitalarios, pero ningún profesional de la medicina sospechó que podía ser un brote, y si lo sospechó, no lo declaró a los servicios de vigilancia epidemiológica de su comunidad autónoma.
Gestión de la comunicación del brote
El brote se comunica tarde y ello provoca críticas a las autoridades sanitarias y a la empresa que ha puesto en el mercado la leche contaminada. El miércoles, 2 de marzo, la asociación de consumidores “FACUA – Consumidores en Acción” publicaba en su web:
LECHE PARA LACTANTES. FACUA critica que el comunicado de Sanidad salga veinticinco días después de la retirada del lote.
Ante la retirada del mercado del lote 236 de la leche para lactantes Blemil Plus 1 Forte por su posible asociación a casos de Salmonella poona en distintos puntos de España, FACUA-Consumidores en Acción critica que el comunicado de prensa del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad haya salido este 1 de marzo, veinticinco días de que ésta se produjese, el 4 de febrero.
FACUA considera asimismo que la actuación informativa desarrollada por Laboratorios Ordesa ha sido claramente insuficiente. Aunque insertó anuncios en diarios y colgó a posteriori una información en su web, no emitió un comunicado de prensa cuando procedió a la retirada del lote para intentar que la noticia llegara al máximo número de medios y consumidores.
FACUA denuncia la enorme opacidad existente en la Red de Alerta Alimentaria y advierte que ocultar a los consumidores la retirada del mercado de productos es una grave irresponsabilidad que pone en riesgo su salud.
Durante todo este tiempo, denuncia FACUA, las familias que habían adquirido el producto antes de su retirada han seguido alimentando con él a sus bebés
El jueves, 3 de marzo de 2011 La Vanguardia publicaba:
Hospitalizada una niña de tres meses por el brote de salmonelosis en lactantes. Sería «probablemente» el primer caso casos de intoxicación por el consumo de leche infantil afectada.
Una niña de tres meses se encuentra hospitalizada en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete afectada por el brote de Salmonella poona en lactantes, que el Centro Nacional de Epidemiología asocia, «probablemente», al consumo de leche infantil marca Blemil Plus 1 Forte del lote 236.
La menor, que se encuentra ingresada en planta, evoluciona favorablemente, según han informado a Europa Press fuentes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), que han indicado que se trataría de la única niña ingresada en el país por esta afección.
Según informó este martes el Ministerio de Sanidad, la empresa fabricante ha comunicado a la AESAN que el pasado 4 de febrero retiró de forma voluntaria el lote afectado debido a problemas de estanqueidad.
Aquí vemos que el Ministerio de Sanidad, insiste en comunicar que la empresa “retiró de forma voluntaria el lote afectado debido a problemas de estanqueidad”.
Se están produciendo ingresos hospitalarios y lo que se comunica es que la empresa retira de forma voluntaria envases del lote afectado por “problemas de estanqueidad”.
El mismo jueves, 3 de marzo de 2010, La Razón publicaba:
Un bebé hospitalizado por el brote de salmonelosis en lactantes
La menor, que se encuentra ingresada en planta, evoluciona favorablemente, según han informado fuentes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), que han indicado que se trataría de la única niña ingresada en el país por esta afección.
Aunque Sanidad precisa que «no existe confirmación analítica»de presencia de ‘Salmonella poona’ en los envases de leche recogidos en los hogares de los bebés afectados, recomienda a las familias que pueda disponer de uno de estos envases afectados, con fecha de caducidad en agosto de 2012, no lo consuman y lo devuelvan al establecimiento donde lo adquirieron.
También manifestó que «en ninguno de los envases analizados hasta el momento se ha conseguido aislar la salmonela poona»y que la propia empresa que fabrica esta leche infantil, Ordesa, decidió retirar los productos como medida preventiva el pasado 4 de febrero al detectar unos problemas de mantenimiento.
Se informa que Sanidad aún no ha confirmado analíticamente que la leche esté contaminada.
El comunicado del 14 de febrero,de la empresa comercializadora de la leche infantil, la empresa aragonesa Laboratorios Ordesa, enviado a los colegios farmacéuticos, decía lo siguiente:
Laboratorios Ordesa solicita la retirada preventiva de la venta, por los conductos habituales, del lote 236 0 del producto BLEMIL PLUS FORTE 1 DE 800 g, por posible pérdida de estanqueidad, que podría comportar una alteración en la calidad del mismo.
Vamos, que los bebés se están contagiando con Salmonella, les provoca diarreas y vómitos, y el comunicado de la empresa dice que: “solicita la retirada… …por posible pérdida de estanqueidad, que podría comportar una alteración en la calidad del mismo.”
Durante la investigación, se aisló Salmonella poona en diversos botes de leche en polvo, tanto abiertos como cerrados.
Con estos antecedentes, en Francia, el 18 de enero de 2019 aíslan, en les muestras de 4 lactantes menores de 1 año, Salmonella enterica serotipo Poona. La historia se repite.
La gestión del brote en Francia
En los años 2018 y 2019, en Francia, se dan casos de salmonelosis en lactantes intolerantes a la leche. Entre el 20 y el 24 de diciembre de 2018 en el Centro Nacional de Referencia de Escherichia coli, Shigella y Salmonella de Francia (NRC-ESS, Institut Pasteur) se analizaron las primeras 4 muestras de menores de un año afectados con salmonelosis. Las investigaciones iniciales identificaron el consumo de la misma marca de fórmula infantil en polvo a base de arroz. El 18 de enero de 2019 se aisla Salmonella poona en las muestras de 4 bebés hospitalizados.
El 21 de enero de 2019 se declara la alerta. Francia solo necesitó 3 días y 4 casos para publicar la alerta. En España se necesitó un año para detectar el brote y hasta 2 semanas después de conocer el estudio epidemiológico con más de 200 bebés afectados para declarar la alerta.
El brote de 2019 afectó a 30 bebés en Francia, 1 en Bélgica y 1 en Luxemburgo. Afectó a menos lactantes que el brote ocurrido en España.
¿Fallaron los autocontroles de la empresa? ¿Falló el control oficial? ¿Por qué aparecen 2 brotes en la misma empresa, en el 2010 y en el 2018, de Salmonella Poona con el mismo patrón molecular?
Todas las pruebas realizadas en la fábrica española y en muestras de los lotes implicados fueron negativas para Salmonella Poona en el brote de Francia, a diferencia del brote español en que sí se encontró Salmonella poona en botes abiertos y cerrados.
La causa a la que puede deberse el bajo nivel detección puede deberse al hecho de que la Salmonela suele ser difícil de detectar en productos secos y requiere métodos de muestreo y prueba con un alto grado de sensibilidad.
¿Qué ocurre en esta fábrica de leche infantil?
Es posible que en la fábrica se haya incrustrado un biofilm con esta Salmonela. Las evidencias indican que el brote se originó en esta fábrica, que es diferente que la empresa comercializadora. La Salmonela estaba presente y no se llegó a detectar ni elimnar.
El 29 de marzo de 2019, Oriol Güell en El País, entrevistaba al Dr. José Juan Rodríguez, profesor titular de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona y explicaba el por qué la bacteria no se detecta ni se elimina de la fábrica: “por la capacidad de las bacterias de desarrollar biofilms, que son comunidades de microrganismos que forman unas películas invisibles adheridas a cualquier superficie”. Estas películas están rodeadas de una especie de cubierta, la matriz extracelular, que protege a los patógenos de factores externos, como los detergentes, y los puede hacer indetectables a las técnicas de toma de muestras”.
Si se destruye el biofilm, la Salmonela sale e invade los circuitos. Si no se elimina correctamente podrà contaminar la leche.
Conclusiones
Este episodio de salmonelosis nos muestra la importancia de las notificaciones de sospecha de intoxicación alimentaria. En este caso, el hecho de que no se llegó a notificar, provocó que casi 300 lactantes sufrieran de gastroenteritis por Salmonela. La cifra real, al desconocerse, pudiera ser mayor.
La misma notificación, en Francia, en el 2019, con una rápida detección y respuesta, hizo posible que el número de afectados fuera de 30 bebés en Francia, 1 en Bélgica y 1 en Luxemburgo.
Este brote nos advierte que hay que tener en cuenta la posible presencia de biofilms en las industrias alimentarias, con microorganismos latentes, a la espera de una oportunidad para salir y multiplicarse.
Y, por último, la importancia de leer las etiquetas y las instrucciones de uso de los productos alimentarios. No se que indicaban las etiquetas en el 2010 y 2011, pero ahora en los envases de leche en polvo para lactantes, se recomienda preparar el biberón justo en el momento de su uso. Desconocemos si los padres de los niños afectados habían preparado varios biberones para su uso en diferentes horas y si los habían dejado a temperatura ambiente para que se enfriaran antes de colocarlos en la nevera.
Estos biberones de leche contaminados con Salmonella, por baja que fuera la concentración del microorganismo, favorecieron el crecimiento del germen y la consecuente infección en los niños.